Planes de vida

¿Qué mujer no ha soñado con el día de su boda? ¿Quién no se la ha imaginado desde pequeña? Supongo que los hombres también ya que es un día muy especial para ambos, pero en el caso de las mujeres lo vivimos de una manera más especial, más romántica, más bonita…
La verdad es que todas queremos tener una boda por todo lo alto (o casi todas) y para eso hace falta una buena cantidad de dinero, y en ocasiones no disponemos de tanto efectivo. Por esto y para que tus sueños no se trunquen antes de realizarlos tienes la opción de solicitar algunos préstamos rápidos para poder realizar todo lo que tienes en mente.

Cuando te casas lo haces pensando en formar una familia, si tienes pensado tener hijos pues una familia de más, si no pues una familia de dos, y para esto necesitas una casa a la que llamar hogar, y aunque tengas la vivienda quedan los retoques finales antes de poder vivir en ella, para esto solo hay que pedir préstamos personales y así poder adquirir todo lo que se necesita para amueblar y acondicionar una vivienda.

La vida cambia radicalmente cuando decides compartirla con alguien, porque tienes que adaptarte a otra persona y esta a ti lo cual en ocasiones es bastante complicado, cada uno tenemos nuestras costumbres, nuestras manías, nuestra manera de hacer las cosas y no siempre son las mismas que las de los demás, por esto los primeros meses de casados o el primer año suele ser el más complicado ya que es cuando verdaderamente empiezas a conocer a tu pareja y empiezas a darte cuenta de que todo no es de color de rosa (o sí) y de que la convivencia es dura y peliaguda, empiezas a ser consciente de que lo que antes era  mío conmigo ahora es nuestro contigo y la verdad es que hay que poner mucha paciencia y mucha cordura para que la cosa funcione.

Una cosa es segura, el amor lo puede todo, puede con los problemas económicos, con las desavenencias, con los desacuerdos, con los celos y con todo lo que pueda enturbiar esos planes de vida que tienes desde que conociste a tu pareja, esos planes en los que además de momentos felices era de esperar que hubiera momentos menos agradables, momentos que por suerte resuelves gracias a la comunicación con tu pareja y sobre todo, gracias al amor.